Paco nació en un pequeño taller de costura, donde una costurera, adulta mayor, llena de amor y creatividad lo confeccionó con telas de colores, para que le acompañara en sus momentos de soledad. Desde el primer momento, Paco sintió una conexión especial con ella y deseo con cada una de sus costuras que su creadora nunca más estuviera sola. Con el tiempo se dio cuenta que le gustaba mucho compartir con personas de todas las edades, niños, niñas, jóvenes y personas mayores.

Su primer viaje fue a un colegio cercano, donde los niños lo recibieron con los brazos abiertos. Desde entonces, Paco no ha parado de recorrer muchos lugares y comunidades.

En cada lugar que visita, Paco organiza talleres y actividades donde niños y personas mayores pueden compartir sus experiencias, aprender unos de otros y construir lazos de amistad. Paco les enseña a los niños, niñas y jóvenes la importancia de respetar y valorar la sabiduría de las personas mayores. Y a estos últimos, les recuerda que su experiencia es valiosa y que pueden seguir aportando a la sociedad, construyendo redes de apoyo, viviendo una longevidad con propósito.