En la actualidad se ha incrementado la esperanza de vida de la gente. Esto, en algunas ocasiones implica que las personas de avanzada edad han perdido total o parcialmente su independencia debido a diferentes factores principalmente de salud que se agudizan con el pasar de los años.
Es por eso una necesidad primordial para la sociedad el apoyo de la familia y/o voluntarios capaces de ayudar y brindar los cuidados básicos del adulto mayor, desde una profunda consciencia que sólo el amor es capaz de desplegar.
El cuidado como arte, implica convertir y humanizar todos los protocolos, procesos y planes para el bien del adulto mayor, en rutinas lúdicas y afectivas, llenas de calidez, comprensión y hasta un poco de diversión. Esta capacidad de transformar objetos cotidianos en instrumentos terapéuticos o de ayudar al adulto mayor haciéndolo sentir importante, es lo que distingue a un buen “cuidador artesanal”.
A continuación la Gerontóloga María Rosalba Tabares nos amplía más sobre este tema:
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